La lactancia desde sus ojos

Revisando blog amigos, he leído una entrada en Ser mamás sobre cómo ven los niños la lactancia materna, la poca cultura de amamantar que hay para con el mundo infantil; en sus juguetes, en los dibujos, las canciones...

Y cuando lo he leído, de repente me ha venido a la mente una anécdota que me hizo partirme de la risa en el momento, y que con el tiempo también me ha hecho reflexionar sobre lo que estamos transmitiendo a nuestros peques. Me ocurrió a los pocos días de nacer Paulita, y como decía, ha vuelto a mi memoria leyendo la entrada que mencionaba.

Vinieron a casa unos amigos a conocer a la pequeñita con sus dos hijas. No llegaba a cuatro años la mayor y no llegaba a dos la menor en ese momento. Y yo, que por aquellos entonces vivía casi 24 horas con la teta fuera, me puse a darle el pecho tranquilamente a Paula. La mayor de las niñas se acercó y se quedó mirando ojiplática como mamaba mi bebé. Y entonces se produjo una conversación para nota, que reproduzco literal:

- Ella: ¿Qué hace?, (señalando con su dedito a Paula).
- Yo: Está comiendo.
- Ella: ¿No tiene biberón...?
- Yo: No, ella no toma biberón. Toma la leche del pecho.
- Ella: (Poniendo cara de asombro y con los ojos muy abiertos). ¿Tienes un agujero en la tetaaaa?.
- Yo: Sí, hay varios agujeritos, por donde sale la leche. Y tú también tomabas leche del pecho de mamá.
- Ella: (Señala a su mami y me mira con cara interrogante, como diciendo... ¿esa mami??)

Juro que me partía por dentro de la risa. Esa carita y esos ojos de asombro, preguntando "¿tienes un agujero en la teta?" fueron lo más.

Lo curioso de esto, es que su hermanita también había tomado pecho algunos meses, cuando esta niña tendría unos dos años. Pero está claro que no lo recordaba. Aunque eso no es lo importante. Lo importante desde mi punto de vista no es que no recordase a su hermana mamando, es que se está perdiendo la cultura del amamantamiento, lo que es o debería ser nuestro, lo que nos ha hecho perpetuar la especie durante años y siglos.

Una niña que vive rodeada de más niños entre familia, amigos, la escuela... no recuerda haber visto a ningún bebé mamar de su mamá. ¿Esto es normal...?

Nuestros pequeños no están acostumbrados a ver a su alrededor bebés ejerciendo de lo que son, mamíferos. Nuestros juguetes son bebés que toman biberones y van en cochecitos. En los dibujos y películas es también lo que se transmite y lo que ven.


Y es una pena. Porque el biberón, es y tiene que ser una opción más. Pero no la única, y ni mucho menos la más extendida.


Hay que recuperar lo que nuestro instinto manda, lo que nuestros genes han grabado durante siglos y lo que nuestra especie demanda para la supervivencia.

Día Universal del Niño








Porque son nuestro futuro, porque ellos nos devolverán mañana lo que nosotros les demos ahora y porque son el bien más preciado de la sociedad. ES UNA TAREA DE TODOS proporcionales una infancia digna y con un respeto absoluto de sus derechos.

Aquí dejo el enlace al sitio oficial relativo al Día Universal del Niño de las Naciones Unidas. Se puede encontrar información muy interesante, así como la declaración de los derechos del niño.

Día Mundial del Niño Prematuro

Me encontraba esta mañana revisando y leyendo las entradas de los blog que sigo y me he emocionado hasta el llanto con la de nuestra compi bloguera Vero de El Camino para ser Mamá. Relataba con gran amor y de forma desgarradora los sentimientos que como familia tuvieron los primeros días de vida de su bebé.

Desde aquí os envío de nuevo un abrazo enorme, Vero.

El caso es que navegando por la web y de esta forma, me he enterado que era el Día Mundial del Niño Prematuro. Y como siempre digo, qué bueno sería que no tuvieran que existir los días mundiales de nada... Sería señal de que en la conciencia de todos están presentes todas las cosas y acontecimientos que requieren de nuestra atención para que las tengamos presentes en todo momento y se tomen las medidas necesarias para minimizar los perjuicios que nos ocasionan.

Pero esto es casi imposible, y por tanto, me parecen iniciativas muy bonitas e interesantes por lo que generan y difunden. Toda información es poca, toda precaución es poca y por supuesto toda atención es poca cuando se dan determinados acontecimientos como un bebé prematuro.

En mi experiencia personal, no he tenido que vivirlo y sentirlo, porque a pesar de que Paula quiso también venir antes de lo que estaba previsto, y con su "bajo peso" como les llaman a los bebés que nacen por debajo de los 2.500 Kg., esperó a las 37 semanas justas para hacer su aparición, superando con ello, la línea que separa los prematuros de los nacidos a término.

Lo he vivido sin embargo de cerca, en el caso de la hermana de un familiar allegado que tuvo a su bebé cuando yo contaba unos tres meses de mi embarazo, y que nació a las 28 semanas de su gestación, tras un mes de calvario y reposo por una placenta previa. Recuerdo los días anteriores al parto, como en la familia se materializaba el miedo y la incertidumbre, temiendo a ratos lo peor para la madre y el bebé.

Cuando nació, con algo menos de 1 Kg. de peso, los miedos no disminuyeron si no que se acrecentaban, viendo y palpando ahora de cerca, la fragilidad que transmite un bebé tan chiquitito y delicado. Recuerdo que cuando me lo contaban, sentía mucha pena por la mamá y el papá que no podían hacer más que esperar que su bebé luchara y luchara contra viento y marea cada día, por salir adelante. Sentía también mucho miedo al pensar en el bebé que yo tenía en la barriga, y le rogaba en  bajito que se quedase ahí mucho tiempo hasta que estuviese listo. Pero recuerdo sobre todo una frase que al cabo de dos semanas decía la mamá de este bebé, que pasó sin duda los que yo creo los peores días de su vida; decía, "ahora ya puedo hablar de mi hijo sin echarme a llorar". Madre mía... Qué dolor tan grande se desprendía de aquellas palabras...

Pero su bebé luchó, aguantó y salió adelante convirtiéndose en el niño sano y lindo que es hoy. Así como la bebé de nuestra amiga Vero, y como tantos y tantos otros que nacen en el mundo cada día. Que aguantan, con resignación o sin ella, los pinchazos, las vías, los tubos y cables, la falta de bracitos y en algunos casos de teta. Aguantan y luchan como campeones para irse a casa con mamá y papá cuanto antes.


Este post va dedicado a todos ellos, pero también va dedicado sin duda a los que desgraciadamente no lo logran. Ojalá sean cada vez menos, y días como el 17 de Noviembre sirvan para que se informe cada vez más, se investigue cada vez más, se avance en los cuidados que estos bebés requieren tanto que todos logren crecer felices y sanos junto a sus familias.


El nacimiento prematuro es la principal causa de mortalidad neonatal y la segunda causa de mortalidad infantil en el mundo. Según la OMS se estima que cada año nacen 15 millones de bebés prematuros, es decir, antes de las 37 semanas de gestación. Y que cada año mueren 1,1 millones de todos ellos.

Estos datos son cuanto menos, preocupantes y espero que con iniciativas como las de este día y el apoyo y los compromisos de Organizaciones como la propia OMS o UNICEF se logren reducir estas cifras en la medida de lo posible, y los que se quedan del lado de lo imposible que obtengan y dispongan de todas las atenciones y cuidados necesarios para salir adelante con éxito.




Cuentos Chinos


Poco a poco vamos volviendo a la normalidad. A nuestra normalidad.

Hoy volvemos a comenzar la mañana llorando mi gordi y yo. Como ha estado malita tantos días y más de una semana sin pisar la guarde, ahora reclama su derecho a quedarse en casa con mami y estar todo el día recibiendo y dando mimitos sin parar.

Me parte el alma tener que soltarla y dejarla llorando, viendo cómo me voy sin que su llanto parezca tener efecto en su papá y su mamá que se marchan sin mirar atrás.

Y claro que tiene efecto... Lo que pasa que no puedo hacer lo que el cuerpo me pide, que es darme la vuelta, cogerla de nuevo y salir corriendo de allí sin decir ni adiós!.

En estos momentos, más que nunca, me parecen cuentos chinos, todos los pretextos que me suelen dar familiares y compañeros para defender las bondades de las guarderías.

Me parece un cuento chino pensar que los niños se tienen que socializar cuanto antes. Porque perdónenme ustedes pero los bebés NO se socializan con sus semejantes de su edad; tres narices les importa relacionarse con otros niños cuando antes de los 15 ó 18 meses ni siquiera se reconocen como un niño propiamente dicho, separado y desvinculado del cuerpo de mamá. De hecho sólo hay que observar a los niños de estas edades en la guardería... Juegan o se entretienen unos al lado de los otros, pero no unos con los otros. Prefieren estar con un adulto, les transmite más seguridad y calma. No es de extrañar, los adultos deben recordarle más a sus papás.

Un cuento chino me parece también, pensar que es muy bueno para ellos porque así se inmunizan... Ésta, sinceramente es la mejor de todas las excusas!. La maduración del sistema inmunológico lleva un proceso, como todo en la vida, y se va desarrollando y formando con el paso del tiempo y a base de entrar en contacto con diferentes virus o bacterias. Pero todo lleva su tiempo!, y acelerarlo de esta forma... no creo que sea la mejor manera. Dicho por mi pediatra no hace muchos días: "no se inmunizan yendo a la guardería... no nos inmunizamos nosotros que tenemos un sistema inmunológico desarrollado y fuerte! como para inmunizarse ellos..."

También es muy buena la excusa de que se espabilan antes. Esto me hace reflexionar bastante. ¿Qué entienden exactamente por espabilar la gente que dice y piensa eso?. Creo que se refieren a aprender a defenderse (a ellos mismos y a sus cosas), aprender a guardar turno, aprender que no son el centro del universo, a acatar órdenes... 0_0 ... No sé, no sé,... Esto directamente me deja sin palabras.  Mi bebé con 11 meses tiene que defenderse, ¿de qué...? ¿tiene que aprender a guardar turno?... Me parece a mi que estamos queriendo que los niños dejen de ser niños cuanto antes y sobre todo, antes de lo que les toca.

Que no esté tan "enmadrada/o" es también una de las razones alegadas con más asiduidad... ¡Odio esa palabra! Y por más que lo pienso y lo repienso, no le encuentro el lado malo.

En fin, no sigo porque las razones son cada vez más infundadas desde mi punto de vista. Nadie se para a pensar si es cierto o no, que a los niños tan pequeños les guste estar con otros niños (que NO lo es, ya os lo digo yo que también sé ponerme en plan "sabelotodo"), si es cierto o no, que les venga bien para inmunizarse ponerse malos tres días sí y uno no, etc.

Me hace gracia que a nadie en su sano juicio se le ocurre opinar sobre determinados temas pero otros son de dominio público. Nadie opina por ejemplo sobre una operación de cirujía a corazón abierto, nadie se atreve a dialogar con sus amiguetes en plan: "yo creo que es mucho mejor que te seccionen la ahorta y no la carótida, el resultado es inmejorable!". Sin embargo, a diestro y siniestro te encuentras personas a diario que opinan sobre cuándo y cómo deben socializarse los niños, lo bien que se educan en las guarderías y no bajo las faldas de su mamá, y un largo etc de temas que están muy bien fundamentados y documentados científicamente, pero claro está, sólo para quien está interesado en esos fundamentos.

No nos engañemos, las guarderías nos vienen muy bien a los adultos, NO a los bebés. Vivimos en una sociedad que hemos creado por y para los adultos, y sin pensar en las necesidades de los más pequeños, por tanto, poco o nada importa lo bien o lo mal que les venga estar en el cole o guarde 8, 10 e incluso 12 horas que están algunos.

No estoy con esto demonizando las guarderías y escuelas infantiles. Dejo a mi hija en una de ellas, muy a mi pesar, eso sí. Es sólo que no me gusta como está establecido y pensado el sistema educativo en nuestro país. Pienso que todo forma parte del mismo negocio y de la misma estructura, pensada como decía, por y para el bien de algunos adultos.