Amenorrea por lactancia materna

La última vez que asistí a mi ginecóloga por las molestias que todavía de vez en cuando siento en la zona de la episiotomía, tras confirmar que la cicatriz estaba según ella perfecta (ni fibrosada, ni endurecida ni nada de nada), me preguntó si aún daba el pecho y si me había venido alguna regla. Le dije que sí daba el pecho y que aún no había tenido la regla.

Al parecer, esta falta de menstruación por la lactancia, hace que hormonalmente no estemos funcionando todavía igual que antes, y en consecuencia la zona esté mucho más reseca por la falta de producción de flujo.

La amenorrea que se produce de manera habitual durante la lactancia materna (siempre que se den determinadas condiciones), es el método anticonceptivo de la naturaleza. El que durante millones de años funcionó para que mamás y bebés tuvieran más probabilidades de sobrevivir, espaciando los nacimientos en cada mujer entre dos y cuatro años, perpetuando así nuestra especie, cuando no existían otros métodos de anticoncepción.

Aún a día de hoy, en muchas sociedades y tribus cazadoras y recolectoras, o en culturas no tan occidentalizadas, sigue siendo el método que la naturaleza impone para que las madres puedan dedicarse por entero a sus bebés indefensos, hasta la llegada del siguiente.

La lactancia materna es el método anticonceptivo más usado del planeta, aunque no sepamos que lo usamos. Claro, que hoy en día, en nuestra sociedad, deberíamos ser conscientes de las condiciones y limitaciones que puede conllevar, sobre todo si no se está llevando una lactancia exclusiva y a demanda, (digo a demanda, puesto que si amamantamos a demanda de verdad, es muy difícil que pasen más de 4 horas sin que el bebé succione).

En mi caso, ya vamos a por el séptimo mes, y desde el sexto, la lactancia ya no es exclusiva, aunque sí a demanda y por tanto muy a menudo. Pero la menstruación aún no se ha presentado.

La menstruación puede aparecer sin ovulación anterior, pero no puede haber ovulación sin menstruación posterior, a no ser que se haya quedado una embarazada.

Las causas fisiológicas de esa falta de ovulación son de origen hipotálamo-hipofisario. Debido a la disminución de la producción de estrógenos y progesterona, el endometrio no se desarrolla. Esto viene dado, porque junto a la liberación de prolactina (hormona encargada de la producción de la leche), se da una disminución de la liberación de gonadotropinas (hormonas implicadas en la reproducción), lo que hace que no maduren los folículos ováricos y no se produzca la ovulación.

En el momento en el que comenzamos a introducir otra alimentación y a espaciar las tomas de pecho, los niveles de prolactina bajan, y por tanto puede producirse la ovulación.


De momento, me encuentro dentro de todo este proceso, y aún no sé cuándo los ciclos empezarán a desarrollarse como antes del embarazo, por tanto, debo esperar a qué suceda y tener un par de reglas, según indicaciones de la ginecóloga, para saber si de esto dependían las molestias y sensación extraña en la zona.

Por ahora, seguiremos con todas las tomas que podamos, de día y de noche, y ayudándonos de nuestro sacaleches en el trabajo, también podrá hacer su toma en la guarde,  y que la naturaleza y la biología, que son más sabias, hagan el resto.